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Policías, esbirros y antisistemas

Al Genet.- De vez en cuando la industria norteamericana del cine nos sorprende con una de esas películas futuristas en que unas autoridades "muy malas" se rodean de un ejercito de esbirros fuertemente armados que se dedican a amedrentar y violentar a una población pusilánime. Según el guion del film, a esos esbirros no se les permite pensar, su misión única es obedecer las órdenes de un jefe que con manifiesta crueldad les obliga a perseguir, vapulear y detener a cuantos pretendan sublevarse o no quieran acatar su ley. Esto que en el celuloide es solo ficción acaba pareciéndose demasiadas veces a la realidad, no está en mi ánimo hacer un ejercicio de demagogia pero ¿que son esas escuadras fuertemente armadas y pertrechadas como para comenzar una batalla contra una ciudadanía cuyas únicas armas son su voz y sus manos?, ¿son policías o son esbirros?.

Consultando el diccionario de la RAE me encuentro con estas acepciones. Policía: Cuerpo encargado de velar por el mantenimiento del orden público y la seguridad de los ciudadanos.
Esbirro: El que tiene por oficio prender a las personas o ejecutar personalmente órdenes de las autoridades, persona que sirve a quien le paga para ejercer violencias o desafueros.

Al analizar estas definiciones me sorprende el comprobar como en tantas ocasiones esos policías se comportan como esbirros, o ¿no es esa su postura cuando actúan en (o contra) una manifestación, concentración o desahucio?, porque no creo que velar por la seguridad de los ciudadanos sea aparecer en filas de seis, ocho o diez unidades y en actitudes chulescas, amedrentando a quienes se les va a despojar de su vivienda, o puede ser que las ordenes que reciben para mantener el orden les obligue a cargas arbitrarias y a golpear indiscriminadamente a todo aquel que se pone por delante sin importarles ni la edad ni el sexo. Aun pareciéndose a la ficción del cine, estos son relatos de los hechos vividos últimamente y fáciles de comprobar en cualquier hemeroteca de prensa, televisión, videos e internet.

No debiera ser lo mas razonable identificar a la policía con ese exceso de agresividad, estos cuerpos de seguridad están para dar confianza a los ciudadanos y con sus actitudes de furia, identificaciones absurdas y brutalidad nos retrotraen a otros tiempos grises y casi olvidados. No todo está en cambiar el nombre del cuerpo o su uniforme para ser mas cercanos, hay algo que parece han obviado y es que sus mandos, esos que tras una mesa dirigen las acciones contra "su enemigo", no han actualizado su forma de pensar, olvidando algo tan simple como que el fin nunca debe justificar los medios empleados. Sus máximos responsables debieron creer que con cambiar un algo era suficiente para que no cambiase nada y claro con tanto envalentonamiento, no contestado, han ido usurpando unas labores que suelen ser realizadas por colectivos de la información. Porque ¿como se entiende que esas imágenes captadas del vandalismo de grupos violentos y difundidas por algunas televisiones las haya proporcionado el mismo Ministerio de Interior? Son imágenes conseguidas en el momento y lugar de las fechorías de estos grupos, ¿permiten estos individuos que desde sus cogotes se realicen esos videos sin revolverse contra quienes los hacen? Si es asi no es ilógico presuponer que pueda existir una connivencia entre quien fotografía y los grupos violentos o antisistema como gusta llamarlos ahora (palabra esta, antisistema, carente de significado negativo y que es utilizada principalmente por medios conservadores e intereses políticos para referirse a toda posición disidente ante el sistema o actividades imperantes. No es extraño, por tanto, que los medios de comunicación simplifiquen su significado, interpretando que existe como movimiento organizado único, de carácter violento y radical. De esa manera, bajo el significado de antisistema se desliza de manera inconsciente el atributo de violento, aunque necesariamente no lo sea).

Son grupos radicales que aparecen de improviso en cualquier tipo de concentración multitudinaria y actúan con total impunidad dedicándose a reventar esos actos ciudadanos, destrozan y queman todo cuanto encuentran a su paso, se infiltran entre los concentrados y provocan a la policía consiguiendo la justificación de las cargas. ¿Quienes son estos individuos y cual es su fin?, son gentes cubiertas por capuchas con lo que evitan ser identificadas y su violencia "antisistema" parece  obedecer un sistema preparado. Ante tanta injuria fascista a grupos de jóvenes y de izquierda llego a plantearme una duda por algunos acontecimientos que todos recordamos, ¿Quien no se acuerda del grito "¡que soy un compañero coño!" de un violento al ser golpeado por los antidisturbios(sus compañeros) o las imágenes escandalosas de un grupo de manifestantes, en Barcelona, rodeando a un antisistema-policía infiltrado, descubierto, que es rápidamente socorrido por otro grupo de encapuchados que hacen uso de porras extensibles, defensa de venta restringida a todo el que no pertenezca a un centro de policía.

Con estos antecedentes y escuchando las declaraciones del actual ministro de Interior y de los mandos policiales justificando, como necesarios, la existencia de esos miembros de policía encapuchados ¿quien no puede llegar a dudar del origen de esos antisistema,son individuos cabreados o son miembros de la policía? Verdaderamente la realidad empieza a ser demasiado parecida a la ficción.         
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