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Las comisiones petroleras del Rey Juan Carlos por Juan Torres, citando a Jaime Peñafiel

 Leo lo siguiente en el blog de Jaime Peñafiel:  [transcribimos el artículo al final]

“Cuando recibió la citada herencia (se refiere a los 375 millones de pesetas que recibió el Rey de la de su padre) ya tenía un gran capital. No olvidemos que, desde el año 1973, gracias a las gestiones que hizo, a petición de Franco, ante el rey de Arabia Saudí para que a España no le faltara petróleo en aquella crisis, el gobierno autorizo a que, el entonces príncipe, recibiera un céntimo por cada barril de crudo que entraba en el país.
Este acuerdo comisionista lo respetaron Adolfo Suárez y Felipe González. Ignoro quien acabó con tal práctica, ¿Fue José María Aznar? Aquello permitió que don Juan Carlos adquiriera una pequeña fortuna, incrementada, posteriormente, por otros, digamos, negocios”.
Por si alguien no lo sabía.

* Crónica agradece al autor que siempre comparta sus opiniones, o comunicaciones, como esta, con nuestros lectores

Este es el artículo de Jaime Peñafiel que transcribimos:

"Los dineros del Rey y la herencia de su padre
Publicado por Jaime Peñafiel

En España, a diferencia de los países sajones, donde una infidelidad puede arruinar la vida política de un candidato, los problemas de sexo no descalifican a nadie. Del rey abajo, a nadie. Ningún personaje público ha perdido la carrera a causa de la bragueta. Es más, se suele pasar en silencio sobre los problemas sexuales. Ahora bien, el tema de los dineros es de máximo interés para los españoles. Nada preocupa más al ciudadano que saber cuánto tienen quienes mandan. Y si es el rey, para que les cuento.

Recientemente, el New York Times, en un artículo dedicado a don Juan Carlos ofrecía una cifra sobre su fortuna, 1.800 millones de euros. En modo alguno respondía a la realidad. En ella se englobaba el Palacio de La Zarzuela y hasta el Palacio Real, que forman parte del patrimonio nacional.

Hasta ahora solo se conocía lo que Su Majestad el Rey recibe anualmente de los Presupuestos Generales del Estado. Y poco más. Este año: ocho millones de euros. Pero nunca, hasta hoy, su verdadera riqueza o parte de su fortuna.

De todas formas, siempre se pensó que don Juan Carlos poseía una fortuna desahogada, fruto de ¿Sus ahorros? , ¿Herencias?, ¿Comisiones legales como las del petróleo saudí y otras comisiones?

Cierto es que aquel joven pobre que accedió al trono en 1975 (hasta el marqués de Mondéjar llegó a pagarle algún que otro traje), hoy es un hombre rico, inmensamente rico aunque no en la cifra que se ha rumoreado e, incluso, publicado.

Aunque de un tiempo a esta parte existe transparencia para la mayoría de los asuntos de la Casa Real, incluso se han hecho público los sueldos del rey, 292,000 euros, y del príncipe, 146,000, el tema de los dineros sigue manteniéndose en la mayor opacidad. Nada se sabe sobre el dinero que puede constituir la fortuna personal de don Juan Carlos.

Por ello, grande ha sido la sorpresa de los ciudadanos conocer, mediante la exclusiva de Ana María Ortiz, en Crónica de El Mundo, que Su Majestad es un hombre rico. Incluso muy rico. Sobre todo, por los 375 millones de pesetas de la herencia de su padre, que es un pastón.

Pienso que no es este el único dinero que el soberano español posee. Cuando recibió la citada herencia ya tenía un gran capital. No olvidemos que, desde el año 1973, gracias a las gestiones que hizo, a petición de Franco, ante el rey de Arabia Saudí para que a España no le faltara petróleo en aquella crisis, el gobierno autorizo a que , el entonces príncipe, recibiera un céntimo por cada barril de crudo que entraba en el país.

Este acuerdo comisionista lo respetaron Adolfo Suárez y Felipe González. Ignoro quien acabó con tal práctica, ¿Fue José María Aznar? Aquello permitió que don Juan Carlos adquiriera una pequeña fortuna, incrementada, posteriormente, por otros, digamos, negocios.

A la opinión pública le ha sorprendido esta semana dos cuestiones: que el dinero heredado estuviera en Suiza y que el conde de Barcelona fuera un hombre tan rico. Siempre se pensó no lo era. En todo caso, un hombre que vivía de forma austera más que modesta, mientras su fortuna era superior a los mil millones de pesetas.

Incluso se llegó a publicar que el ex banquero Mario Conde había sufragado los gastos de la Clínica de Navarra en la que falleció. Absolutamente falso.

La historia es muy otra. Fue el naviero cántabro Fernando Pereda, un viejo monárquico inmensamente rico, quien, según José García Abad (“Don Juan, náufrago de su destino”, La Esfera), decidió enviar al conde de los Gaitanes, intendente de don Juan, cierta cantidad para contribuir a pagar los gastos de la enfermedad. Cuando el padre del rey lo supo y para no disgustar al naviero, rogó se devolviera ese dinero a sus hijos con la condición de no informar a su padre.

Lo de Suiza, que tanto ha escandalizado por aquello de la evasión de capitales, tiene una explicación: Alfonso XIII vivió siempre, desde que abandonó España en 1931, en el extranjero. Unas veces en Lausanne, otras en París o en Roma. En Suiza, también vivió, hasta su muerte, la reina Victoria Eugenia. Por ello, no tiene nada de extraño que el dinero estuviese depositado en bancos helvéticos.

A don Juan, la muerte de su padre el rey y la herencia recibida de él, también le sorprendió en el exilio. Por lo tanto, nada que objetar. Con respecto a don Juan Carlos, desconozco si los dineros de la herencia paterna fueron repatriados o siguen estando en cuentas corrientes en bancos suizos, como tal parece, lo cual no es ningún delito aunque si una falta de ¿Ética o estética?

¿Qué pueden las leyes donde solo el dinero es el rey?, que diría Petronio.

republica.com
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