Los medios gubernamentales nos han informado que Cospedal (y Gallardón, y Basagoiti) celebraban un acto para "acercarse a la sociedad". Muy preocupados ellos porque la última encuesta del CIS consolida el profundo hartazgo de los ciudadanos con los políticos.
Cospedal se "ha acercado" pues a la sociedad para llamarnos "demagogos y populistas" a quienes protestamos y dice que ser "demagogo y populista" es "peligroso". Sabe bien de lo que habla. Significativamente titulado el encuentro de "acercamiento" ¿Nos representan? Es decir, "ellos" ¿nos representan?", ha cargado en particular contra Ada Colau y la PAH (o sea los "nazis" actuales, según ella). "Si quieren representar una forma de ver la sociedad deberían participar en el juego de la representación porque si no, se estarán aprovechando del sistema, pero no estarán aceptando los compromiso y la responsabilidad".
A Cospedal quienes le gustan son los que ha llamado "la gente (que) "sufre una gran resignación" como consecuencia del "drama" del desempleo". A esos son a los que se quiere "acercar" a ver si siguen manteniéndola a ella y a su partido en el poder, a pesar de todos los fraudes de su programa electoral incumplido y de las nefastas políticas que han ahondado la crisis.
La soberanía reside en el pueblo, dice nuestra Constitución, ésa que todos deberíamos leer e interiorizar como hacen en otros países. Pero "el pueblo" no puede hacer otra cosa que votar y callar –como ya hemos hablado otras veces-. Millón y medio de firmas recogidos por la PAH para cambiar la ley hipotecaria y poner fin al drama de los desahucios, no son "representativos". Lo son mucho más los bancos que desalojan a las familias pese a haber recibido dinero público para salir a flote.
Pero ella sabe que en este país con grandes bolsas de ignorancia, basta convencer a unos cuantos millones de que su deber es guardar silencio y… depositar en la urna el voto al PP. Desde el púlpito de su infinita soberbia, de las prebendas que acumula por los cargos públicos que ocupa, Cospedal se ha "acercado" a sus votantes, dando un sonoro sopapo al resto de la sociedad. Una forma excelente de "aproximación" a esa ciudadanía inmensamente harta. No le ha faltado decir más que la frase que se atribuye a María Antonieta días antes de subir al cadalso: "No hay pan, entonces que coman pasteles". Gran propósito de enmienda.
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