En defensa por el día de la mujer trabajadora - Aida-Rus Vich Jareño -

El próximo 8 de marzo, se conmemora un año más el Día Internacional de la Mujer Trabajadora o Día Internacional de la Mujer.

Sin embargo, me atrevería a decir que este año el 8 de marzo no solo será un día más en el calendario en el que se reconoce la labor y la lucha de la mujer todos estos años por la igualdad de derechos con el hombre y por el reconocimiento en la sociedad de su persona. Este año hay más que eso, hay una lucha y un movimiento general en la sociedad con determinadas medidas que sin duda más que nunca han de hacerse eco en este día conmemorativo.

Si hacemos un repaso cronológico a sus orígenes, fue en 1909 cuando tuvo lugar por primera vez la celebración de este día tras una declaración del Partido Socialista de los Estados Unidos. No obstante, no fue hasta el año siguiente cuando la Internacional Socialista, reunida en Copenhague, proclamó el Día de la Mujer como reconocimiento a los derechos de la mujer y con la intención de conseguir el sufragio femenino universal en igualdad de condiciones.
Desde entonces, y amparado por las Naciones Unidas, ha tenido lugar un creciente movimiento internacional de la mujer por conseguir la igualdad en derechos y en su participación en la vida política, social y económica.

Si desde antaño, la mujer ha intentado equipararse en derechos al hombre y fruto de este movimiento ha obtenido numerosos reconocimientos, ahora de nuevo se ve salpicada por determinadas medidas que sin duda atacan al libre desarrollo en su persona: la reforma de la ley del aborto.

Sin duda esta reforma atenta directamente contra los derechos fundamentales de la mujer, unos derechos que de nuevo están siendo recortados y que de manera incomprensible pretenden justificar mediante argumentos crueles y carentes de razón. Quizás estos argumentos esconden los verdaderos motivos del porqué de estas medidas que van en contra de lo que realmente quiere la sociedad.

Que el Día Internacional de la Mujer nos permita reflexionar sobre los avances que hemos conseguido mediante la lucha inconmensurable por conseguir la igualdad en derechos y la libertad de las mujeres, y ello nos sirva de fuente de inspiración, y a su vez sea el reflejo y el escaparate de lo que todavía queremos conseguir y está por llegar.