Mercados o Medio ambiente. La Naturaleza no tiene precio -reseña-

Mercados o Medio ambiente
Reseña del libro:
Ricardo García Zaldívar – ATTAC
Me vais a permitir que comience esta reseña en clave personal. A comienzos del presente siglo y coincidiendo con mi regreso al activismo social en ATTAC después de un paréntesis realizado en los años 90 (cuya explicación justificaría por sí misma otra reseña adicional), opté por incorporarme de nuevo a la Universidad, dado que la docencia siempre me había interesado profesionalmente. Y lo hice en la Universidad Carlos III de Madrid impartiendo una asignatura optativa denominada Economía de los Recursos Naturales y el Medio ambiente que trataba de transmitir a los futuros economistas interesados en los temas ambientales la "teoría" y el "enfoque" de la Ciencia Económica en relación a la Naturaleza. La asignatura logró sobrevivir a sucesivos cambios de programas curriculares pero lo hizo gracias a quedar bastante maltrecha en el proceso, como muestra el hecho que pasó pronto a denominarse Mercados y Medio ambiente, lo cual en sí mismo ya es toda una declaración de intenciones.
Esta anécdota personal viene a cuento de la reciente publicación en España del libro La naturaleza no tiene precio, en cuya edición he colaborado de forma bastante indirecta. El hecho que me mueve a escribir estas líneas es que se trata de un texto absolutamente oportuno cuyos autores, Geneviève Azam, Christophe Bonneuil y Maxime Combes, compañeros de ATTAC Francia, arremeten de forma magistral contra el mainstream de la ideologizada Ciencia Económica y su actual estrategia de hacer que los mercados financieros introduzcan "su orden" en el llamado medio ambiente y acaben, entre otras perlas de su estrategia, por asignar precios a la naturaleza y a sus recursos naturales. Pese a la complejidad del tema, el texto está dotado de una redacción ágil y muy asequible a todo tipo de público, por lo que se lee de un tirón.
El libro está redactado unos meses antes de haberse celebrado en junio 2012 la Cumbre de la Tierra de Naciones Unidas (Río + 20), aunque conociendo bien los documentos que iban a ser discutidos en ella. Dedica sus dos primeros capítulos a hacer un recorrido por la insostenible carrera por el crecimiento económico mundial realizada por el capitalismo global tras la segunda guerra mundial, insostenible, por supuesto, en relación con el soporte físico del planeta que ha hecho posible tal crecimiento. Hay que decir que este soporte es el que se ha identificado académicamente con el concepto de medio ambiente, una mala traducción del concepto anglosajón Environnement.
En el capítulo inicial se da cuenta del temprano auge del productivismo y de las primeras alertas ecológicas que acabó alumbrando la introducción del concepto de sostenibilidad aplicado al desarrollo. En un segundo capítulo se expone la deriva mercantilizadora de la gestión medioambiental que se produjo tras la primera Cumbre de la Tierra convocada por Naciones Unidas en 1992 en Río de Janeiro, y que dio paso, por ejemplo y entre otras propuestas, a la utilización de los mercados financieros en el control de las emisiones de Gases de Efecto Invernadero contenidas en el Protocolo de Kyoto.
El contenido más interesante del libro, desde mi punto de vista, es el que se desarrolla en el tercer capítulo, en el que se diseccionan de forma quirúrgica las propuestas de la "economía verde", la nueva idea-fuerza del sistema capitalista que pretende ir sustituyendo a la del "desarrollo sostenible", actualmente agotada pero que ha proporcionado muy buenos servicios al sistema en las últimas dos décadas. Había que renovar el discurso y para ello el capitalismo verde se ofrece como salida a la crisis sistémica en la que nos encontramos. Antes incluso de la crisis ya habíamos entrado en una nueva fase en la que comenzaban a tener importancia los agrocombustibles, los mercados del carbono, las patentes sobre lo vivo, la liberalización del comercio de bienes y servicios medioambientales, el acaparamiento de los bienes comunes naturales pero se trataba de los primeros pasos de un proceso mucho más ambicioso, el de la financiarización de lo que el capitalismo entiende por recursos naturales. Como muy bien se expone en el libro (…) puede decirse que todo esto forma parte de la economía verde, puesto que se trata de algo más que un reverdecimiento del capitalismo: es la conquista del «capital natural», su inclusión en el ciclo del capital, no sólo en tanto que reserva de la que extraer recursos sin límites, sino también en tanto que flujo productor de servicios: los llamados servicios ecosistémicos
El cuarto y último capítulo, el de las propuestas referentes a otros modelos de sociedad, apenas está esbozado en el libro, pero es justamente el que en Attac hemos de dar contenido en un debate abierto con la ciudadanía y con otros colectivos y movimientos sociales para ir perfilando entre todos, por ejemplo, una economía del bien común, en una sociedad de la buena vida o del buen vivir.
¡Bienvenido sea pues el rearme ideológico que nos propone un libro que puede ayudar a dotar de contenido una imprescindible movilización social global en defensa del planeta y de las comunidades que lo poblamos!

* Crónica agradece al autor que comparta su opinión sobre este interesante libro