En una sociedad democrática todas las instituciones se deberían elegir por voluntad popular y estar sometidas al control y a la posibilidad de revocación. Este es un principio básico de las sociedades basadasen la soberanía popular, donde la fuente última de todo poder y autoridad es exclusivamente la ciudadanía, y por este motivo no puede existir ninguna autoridad ni ningún poder por encima de ella, haciendo especial referencia al principio básico de igualdad ante la ley de todos.
La Constitución Española vigente establece una monarquía parlamentaria, en la que todas las instituciones del Estado son elegidas – directamente o indirectamente- por sufragio universal, a excepción del jefe del Estado, que lo es por razones dinásticas. Esto constituye una anomalía y un anacronismo, compartido con otros países europeos pero que supone un fenómeno absolutamente minoritario tanto en la Unión Europea como a nivel mundial.
La Constitución Española de 1978 fue aprobada en referéndum, pero no dejaba opción a elegir la forma de Estado entre monarquía o república, sino que se trataba de ratificar o no una Constitución que restablecía las libertades democráticas después de 40 años de dictadura. La inmensa mayoría de españolas y españoles en ese momento votaron a favor de la Constitución, pero ese hecho no puede ser interpretado como un apoyo mayoritario a la institución monárquica, que nunca se ha sometido al sufragio popular.
Treinta y cuatro años después, la mayoría de la población no votó en aquel referéndum, ya que todos los que hoy tienen menos de 52 años no habían cumplido la mayoría de edad y muchos aun no habían nacido. Además, el apoyo de la ciudadanía a la institución monárquica ha ido reduciéndose según se manifiesta en todos los estudios de opinión –incluidos los del Centro de Investigaciones Sociológicos-, proceso que se ha acelerado en el último año al conocer la opinión pública diferentes hechos relacionados con el entorno de la Corona, presuntamente delictivos y otros de dudosa ética política por los que el propio monarca ha tenido que pedir ejemplaridad o disculpas.
Por ello desde EUPV, creemos que ha llegado el momento de que el pueblo español decida libre y democráticamente su forma de Estado, por lo que el Gobierno del Estado debería convocar un referéndum, de acuerdo con lo establecido en el artículo 92 de la Constitución Española, para que la ciudadanía decida entre monarquía y república.
Luis Poveda Amores
Coordinador local de EUPV-Bétera
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