No me refiero a la plaga de insectos que previsiblemente habrá que fomentar desde el Gobierno de PP para comérselos fritos y pequeñitos, como le gustan al ministro de Agricultura, Arias Cañete, según declaró comentando una recomendación internacional como forma de alimentar a la población mundial. Aunque tal como van las cosas de mal, habrá que confiar en que al menos tal fritura lo sea con aceite de oliva made en Spain. Me refiero a la plaga de políticas ya aplicadas por los distintos gobiernos del PP para, según pretenden convencernos, salir de esta malhadada crisis; provocada exclusivamente por el sistema capitalista, de mercado le llaman ahora, por la oligarquía político-financiera y por la partitocracia gobernante.
Viene esta indignación contenida por la lectura del reportaje de este periódico sobre lo acontecido con la investigadora genetista valenciana Nuria Martí Gutiérrez, que fue una de las afectadas por el ERE instado por el Consell en el centro Príncipe Felipe, en noviembre de 2011. Mucho se ha dicho y escrito sobre la necesidad de preservar la financiación destinada a investigación, en sus múltiples disciplinas, a fin de conseguir figurar entre los países más desarrollados y no en el pelotón internacional de los torpes, evitando la fuga masiva de cerebros que se está dando en todo el Estado y muy singular y destacadamente, por desgracia, en la Comunitat Valenciana. Aunque sin éxito alguno, ante la cerrazón política del partido que ostenta el poder. El caso de esta joven embrióloga es de libro. Queda despedida de manera fulminante en el ERE de turno, de los muchos practicados por la Administración autónoma valenciana, a los que tan aficionada se muestra con sus desafortunados recortes. E inmediatamente es contratada por la Universidad de Salud y Ciencia de Oregon (EE UU). En este centro pasa a formar parte destacada del equipo que ha logrado, por primera vez en el mundo, clonar céludas de piel humana. Lo que supone un gran avance científico, ya que estas células madre podrán utilizarse en tratamientos de enfermedades con la ventaja de que al ser propias del paciente, se evitarían los problemas de rechazo.
Pues bien, hete aquí que lamentablemente nos encontramos con la aberración de que, posiblemente este ERE sea el primero que se ha aplicado en el mundo en un centro de investigación, para desdicha de todos cuantos venimos denunciando esta inadmisible política de tierra quemada con la investigación y la ciencia. Es cierto que estamos en un Estado de Derecho, y hay que respetar las normas democráticas, y por consiguiente, que el partido que dirige el Gobierno valenciano puede aplicar su política. Pero como resulta que esta política no estaba en su programa, sino todo lo contrario, y además, la situación es de enorme deterioro social y económico, y queda demasiado tiempo para aguantar hasta que termine la legislatura, se hace necesario un revulsivo urgente para intentar salir de ella cuanto antes. Así, lo razonable y democrático es invitar, tanto a los dirigentes autonómicos como los centrales del PP, a que efectúen un supremo gesto de responsabilidad y patriotismo y dimitan, dando la palabra a la ciudadanía para que ésta, con la Constitución en la mano, decida la opción política con la que se debe intentar salvar nuestra así definida democracia social, hoy por hoy en un tris de desaparecer. Hasta se les podría agradecer el gesto. Ánimo.
Jesús León
Ex diputado provincial de EUPV
Abogado
* Crónica agradece al autor su decisión de compartir todos sus artículos de opinión con nuestros lectores..
Jesús León
Ex diputado provincial de EUPV
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