Lasquetty es un 'liquidador', una de esas personas que contratan las empresas para despedir en las peores condiciones posibles a los trabajadores. Si trabajan en el sector público lo que hacen es privatizarlo, es decir, expropiarlo a la ciudadanía para entregárselo a sus amigos. No es el único, claro, desde que el neoliberalismo es ideología oficial de todos los gobiernos, los ministros de Sanidad deberían llamarse “ministro de Empresas Sanitarias”, el de Energía “ministro o ministra de Empresas Energéticas”… al ministro de Economía deberían llamarle “ministro Adjunto a la Economía Alemana”, o algo así, y así con todas las carteras. Ya sabemos cómo funciona esto: después de trabajar un tiempo cobrando del erario pasan a cobrar de las empresas privadas patrocinadas anteriormente.Pero, con todo, Madrid se lleva la palma. Esperanza Aguirre se ha ido pero ha dejado su estilo y tiene razón cuando dijo que ella no confunde a sus electores. Quizá sea eso o quizá sea que en Madrid somos más chulos que nadie. Lasquetty, consejero de Empresas Sanitarias en Madrid, ha privatizado la sanidad pública sin dar un solo dato de esos que dijo que demuestran que la privatización ahorra dinero. ¿Para qué va a molestarse? Si, total, es mentira y todo el mundo lo sabe ¿para qué andar falseando datos, inventándose informes? Privatizo porque estoy aquí para eso y no hay más que hablar. En Madrid somos así.
Pues ahora ese mismo Lasquetty aprovecha el Día Mundial sin Tabaco, cosas que tiene la OMS, para calificar de “muy necesaria” la reforma de la ley antitabaco que seguramente permitirá fumar en espacios públicos. Este Lasquetty debe ser un caso único en el mundo. Pero ya digo, aquí no nos andamos con disimulos. Si le damos tiempo es hasta posible que la Consejería de Empresas Sanitarias ponga su logo en los anuncios de tabaco. ¿Qué más pueden querer las empresas patrocinadas y representadas por Lasquetty que una sociedad que enferme mucho y gravemente? Eso no es ser un buen consejero de Empresas Sanitarias. Lasquetty dice que lo hace por los puestos de trabajo que se supone va a generar Eurovegas, principal impulsor de este cambio. Bueno, por la misma razón Lasquetty podría cualquier día decir que “las hamburguesas son muy buenas para la salud y que hay que comer una o dos al día”. Luego, cuando se le pidieran explicaciones él podría decir, por ejemplo, que lo hace porque es comida barata y que eso es lo que necesitan los parados para sobrevivir a la crisis. Así la Consejería podía poner también su logo en anuncios de hamburguesas. Y las empresas sanitarias, aún más contentas.
Por mi parte, no creo que Eurovegas llegue a construirse, creo que es una excusa y que el señor Adelson es un actor contratado por la Comunidad de Madrid. En caso de que yo me equivoque y al final se construya tampoco creo que genere puestos de trabajo porque es muy posible que todos los que trabajen allí lo hagan gratis, como parados con prestación; para entonces es más que posible que la Comunidad de Madrid haya decretado que Eurovegas es una servicio público y que, por tanto, los parados están obligados a trabajar allí de manera gratuita y, además, a hacerlo fumando. Y todos contentos.
Beatriz Gimeno es escritora y expresidenta de la FELGT (Federación Española de Lesbianas, Gays y Transexuales)
* Crónica agradece a la autora su decisión de compartir sus artículos de opinión con nuestros lectores
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