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Chiquilleria o Kale Borroca, diferentes varas de medir por José Lorente Marco

En estos últimos días estamos viviendo una serie de espectáculos de exhibición fascistoide que vale la pena analizar, por su contenido ideológico con capacidad de destrucción masiva, y por las posibles repercusiones que ello conlleva si no se ponen remedios culturales y legales para cortar las mencionadas actitudes.

Por las primeras, porque inquietan las palabras del diputado Hernando, recordándonos que si elegimos ser republicanos nos puede costar la vida, por la necesidad (según él) de un golpe de estado para derrocarnos y sus consiguientes asesinatos de Estado. Valdría también la pena informar a este señor que solo el 22% de los países del mundo son monarquías y que si restamos los países de la Commonwealth tan solo son el 15%, por lo que desear una república como método de gobierno, no es ningún delito, al contrario que otros regímenes.

Por las segundas, porque parece que algunos jóvenes, por el hecho de serlo, tienen patente de corso para hacer cualquier “locura”.

En este caso son los jóvenes de Nuevas Generaciones del Partido Popular, los que están creando un clima de enfrentamiento social, exhibiéndose con banderas y anagramas de otros tiempos, donde los que respondían y cuidaban de estos símbolos, tenían oprimidos y reprimidos a la mayoría de la población española.

Cabe entender pues que cuando se manifiestan con total impunidad con estas manifestaciones, es que su partido (el PP) les avala y son de la misma opinión, es decir que están creando ese clima espeso y mal oliente del temor a la represión fascista por habernos salido del carril del “atado y bien atado”; expresión que, todo sea dicho de paso, los menores de 35 (edad donde se ha establecido ahora el límite de juventud (ja)) puede que no conozcan, a pesar de que seguro intentaran lavar la cara de sus cachorros.

Y afirmo que algunos dirigentes del PP, no solo les avalan, sino que les forman en estas ideologías, las del odio, las del poder a toda costa y las de “el fin justifica los medios”, porque la inexperiencia juvenil y falta de conocimiento científico de los horrores que defienden, solo puede ser imbuido por otras mentes pensantes interesadas, que ellos consideran más sabios y por supuesto piensan que no les van a engañar en sus pretensiones de una mejor vida.

Pero además, lo que es despreciable del sistema en el que vivimos es que no se utilicen los mismos criterios de justicia para todas las personas, y que algunas acciones de reclamación de derechos sociales o civiles se repriman con acciones policiales con dosis de brutalidad, y a los nenes de la roji-gualda con al aguilucho y mano extendida en alto, o a los taxistas con carteles rememorando a Franco, poco menos que se les haga hueco para que se les vea bien para informarnos de la que se nos viene encima si nos salimos de su guión.

Y es que, hasta que no hayan más policías, jueces y fiscales verdaderamente democráticos, y con un par de ovarios para tratar todos los temas ilegales, sean cuales sean, no tendremos una verdadera democracia en este país.

* José Lorente Marco es concejal por Esquerra Unida en el Ayuntamiento de l'Eliana

* Crónica agradece al autor que comparta su opinión con nuestros lectores

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