La Generalitat se ha convertido en la mayor herramienta de destrucción de tejido empresarial por CJ

Más allá de declaraciones pomposas y de actitudes para la galería, los números que ha publicado el Ministerio de Hacienda muestran la realidad de la economía valenciana que dirige Alberto Fabra.

No harían falta porque para quienes tienen que estar en la realidad económica todos los días se ha venido palpando esta situación y lo que ocurre es que hemos venido a acostumbrarnos, es un mantra que se repite 'no me paga la empresa porque no cobra de su proveedor, que a su vez no cobra de la Generalitat'...

Según esos datos, la Comunidad Valenciana se ha convertido en la que más tarda en pagar y en la que menos recursos tiene para pagar a sus proveedores. El cuadro es totalmente copia del publicado por el propio Ministerio de Hacienda en su página web en octubre de este año 2014.

El PP se ha convertido en 'un arma de destrucción masiva' del tejido empresarial valenciano y como consecuencia del tejido social con los recortes que acompaña.

Además las llamadas de socorro efectuadas por Fabra a Montoro han sido infructuosas, ninguna respuesta sobre la reunión con empresarios valencianos que estuvo prevista para antes del mes de junio, pero que ya los representantes de la patronal valenciana han dicho que no se dará y que no se espera.

Un ninguneo que responde a la falta de capacidad de gestionar, a la necesidad de cumplir con compromisos de grandes eventos de sus antecesores (Camps), incluso de obligaciones del Ayuntamiento de Valencia en Fórmula 1 y que hacen inviable cualquier planificación de la Generalitat.

La Generalitat tiene una deuda comercial es decir, no a la banca sino a proveedores de 1.485.186 (miles de euros), hay que añadir tres ceros más. Ninguna otra Comunidad autónoma tiene ese nivel de deuda a proveedores y 4.270.459 (también en miles) en deuda total no financiera (es decir que no se le debe a la banca), lo que supone el 25% del total de todas las Comunidades. Vuelvo a decirlo, no hay ninguna otra Comunidad que tenga ese nivel.

La Generalitat paga en una media de 76'74% de operaciones pendientes de pago de las que debe y eso que ha logrado pagar con el FLA (Fondo de Ayuda del Estado).

Con esa forma de pago sólo hay que visitar las estadísticas de Concursos de Acreedores de empresas dedicadas a la Obra Pública y Concesionarias de Servicios Públicos para poder ver que están cayendo muchas. Pero cuando una empresa de estas cae, ya han caído todas las subcontratas que tienen porque tampoco han cobrado, porque la situación dominante de esas empresas obliga a las otras a esperar o cerrar,  su principal cliente es precisamente el adjudicatario de la obra pública. La cadena sigue porque cada impago supone un impago a trabajadores y finalmente, un ERE o un despido sin posibilidad de pago de salarios y  asumiendo sus obligaciones por el FOGASA.

Esa es la cadena que viene desarrollando la gestión económica de la Generalitat, mientras que se anuncian rebajas de impuestos porque vienen las elecciones y hay que aparentar. Pero que significarán menores ingresos y peores pagos a proveedores y recortes sociales, por lo tanto nuevos despidos, nuevas empresas cerradas y así hasta que ya no quede nada, o al menos nada reconocible. Y el llamado 'Gobierno de España' ha decidido dejarla caer, la Generalitat está en quiebra y no se declara así porque nadíe se lo exige y a nadíe le interesa hacerlo.

Esa situación se nota día tras día en los recursos sociales que deberíamos tener los ciudadanos y no tenemos, se nota en la sanidad, en la educación en la dependencia  y en las arcas municipales, incapaces de vivir con los recursos que les asigna la ley actual, sin hacer pagar a sus convecinos más IBI, más IVTM, o volver, en cuanto puedan a los pelotazos urbanísticos.