"Presento ante todos ustedes mi dimsión. El pueblo deberá decidir de nuevo quien toma el mando del país y si quiere continuar con valentía las negociaciones con los acreedores", ha dicho el hasta ahora presidente griego. Cree que ha negociado duro -lo que es cierto- y que ha logrado mejoras en lo propuesto por el Eurogrupo -en eso se engaña, son mucho peores las condiciones que tras el referéndum-.
Críticas a su anterior ministro de Finanzas Yanis Varufakis: "Hay miembros del partido que pretendían volver al dracma". "Otros políticos de otros partidos de la oposicion -ha añadido- nos pidieron que firmáramos todo lo presentado por los acreedores. Yo desde aquí les pido que sean ustedes quienes decidan el rumbo del país. Estoy muy orgulloso de lo que mi gobierno haya conseguido". Equidistania.
Ha explicado que se vio obligado a firmar el acuerdo pero que, si es de nuevo eleigod, tratará de mitigar sus consecuencias adversas.
Como país intervenido que ha de consultar hasta si compra aspirinas, resulta difícil que el pueblo decida "quién toma el mando del país". Este ya lo tiene la UE y sobre todo quién manda en ella porque sí, como hemos visto con la beneficiaria de la primera privatización -Alemania en un consorcio en el que domina parte del Estado-.
Lo que sí es cierto es que hay otros caminos y son difíciles ante el inmenso poder que se ha permitido ejerza el neoliberalismo. El hachazo a Grecia está muy relacionado con las elecciones en Portugal y en España este año. Luego la UE está haciendo política de partido, de los partidos que dirigen determinados países. Y sus métodos son sencillamente intolerables.
Si Tsipras ha salido derrotado -y abducido- habrá otros. Ha de haber sobre todo- ciudadanos que se tomen en serio que la democracia es cosa de todos y va con ellos. Que todos tenemos derecho a un futuro y que las decisiones irresponsables de algunos lo cercenan al resto.
No es cierto que el camino sea el neoliberalismo . Cameron está destruyendo la sanidad pública británica, impone una política contra la inmigración con tintes que recuerdan al fascismo, o ha tenido la osadía de meter mano para cargarsela hasta ala BBC, la mítica cadena pública británica. En España cargamos con la desigualdad récord, con las cifras económicas que presentan parcialmente para esconder la bomba de relojería del brutal aumento de la Deuda Pública llevado a cabo por Rajoy, la manipulación y unas dosis de corrupción que causan escándalo fuera de nuestras fronteras, pero parece que no tanto entre los abducidos locales. Ese futuro es enormemente sombrío. Con la ayuda de Ciudadanos tanto o más, dado que todas sus declaraciones y propuestas avanzan la idea de destruir el sector público y que cada cuál se busque la vida. Y Alemania y la propia UE están utilizando unos métodos que recuerdan las conquistas medievales: las personas no existen.
De momento, los griegos enfrentan las urnas y la UE de esa cúpula neoliberal ha deribado ya una estrella., Va a por las de España y Portugal. Igual la de Grecia vuelve al redil con Tsipras o cualquiera de los anteriores que, además de causar la deuda, pudrieron el país también de corrupción. O no. Varoufakis, el FMI, Krugman… dicen que el rescate no servirá y habrá que hacer algo. Intentarlo de nuevo, no hay otro camino. Y ahí estamos.
* Rosa Maria Artal es periodista y escritora, autora de lbiros como 'Salmones contra Percebes', suele manifestar su opinión en su blog ElPeriscopio
* Crónica agradece poder compartir sus opiniones con nuestros lectores
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