'El camino sigue, un día sí se podrá para hay que quererlo y poner los medios, suelo decirlo. Yo haré, como siempre, lo que crea que debo hacer,lo que quiera hacer'.
En el cierre de campaña dije que me sentía entrenada ya para correr
en el Rally París-Dakar (o como ahora se llame si es que aún existe).
Era una vieja broma que escribí en su día sobre el espíritu aventurero.
Pero la tormenta de polvo que se desató en Utebo, Zaragoza, antes del
último mitin, en medio de ese paisaje árido que nos rodeaba, me hizo
recordarla. Ha sido un esfuerzo descomunal en toda regla. Un decir “no
puedo más” y seguir otro poco y otro poco hasta cumplir el programa. Con
viajes varios, interesantísimos por cierto. Con lo que el gran Pedro
Arrojo -que sí nos representará- llama el petróleo de Aragón: viento y
sol (en todo su apogeo). Sin prescindir de accidentes que han ido
condicionando problemas en cadena. La prueba de resistencia la he
superado sin embargo. O eso creo. Llevará un tiempo lograrlo del todo,
imagino.
Entré en la candidatura de Unidos Podemos porque quise, para intentar
ayudar, sin ningún afán, ninguno, de hacer carrera política. Lo he
reiterado varias veces. Creyendo que el poder es la forma de conseguir
logros como el bien común, uno de mis objetivos vitales. Siempre.
Pensaba y pienso que también lo es de Unidos Podemos, mucho más que de
otras formaciones. La experiencia ha sido enriquecedora. Es un
privilegio a mi edad seguir aprendiendo y disfrutando de interesantes
hallazgos, de entrañables contactos humanos. Un equipo estupendo, con
gente eficaz, ilusionada, llena de humanidad. Con un gran futuro
personal, emprendan lo que emprendan. Con Pablo Echenique que es ejemplo
vivo de superación, de serenidad, de alegría de vivir.
Personalmente estoy muy satisfecha de la experiencia, como ciudadana
española me aterra que casi 8 millones de individuos –que no es toda la
sociedad sin embargo- hayan avalado corrupciones, recortes,
manipulación, autoritarismo… La gran prensa ha tenido un papel
esencial-. No informando, como trabajo en favor de este resultado. Un
papel político, sin presentarse a las elecciones.
Oigo, leo y veo esa vorágine de análisis, de tartas, pizarras, voces,
gestos… y me resbalan. Pero algo habrá que decir. Sí, algo digo.
¿Pucherazo? Bajo los mimbres de las grabaciones que ha difundido Público
en el ministerio de Interior, todo es posible. El estercolero del poder en toda su crudeza. El voto rogado, o robado. Muchos factores. Son los mimbres con los que hay que trabajar, me dijo un compañero el otro día. Pues vaya mimbres. Es más posible así que salga un pato de goma que un cesto.
Lo que siempre he llamado Izquierda Exquisita ha tenido también su papel. Lo cuenta muy bien Javier Gállego, Crudo, según destacaba Gonzalo Semprún.
Esta diferencia entre sus votantes explica el fortalecimiento de un líder y la debilidad del otro. Hay un votante de derechas al que le importa más que ganen los suyos aunque no lleven razón y un votante de izquierdas al que le importa más llevar razón aunque los suyos pierdan. Al primero le falta piel, que diría Floriano, el segundo la tiene muy fina. Sobre todo con los suyos porque luego la tiene durísima para aguantar a los gobiernos de derechas que nos caen encima.
Yo he guardado algunos comentarios de esa vieja guardia, tan
responsable de eterna la crisis de IU, atizando a Alberto Garzón. Como
documentación. Vamos a ver, con los poderes en contra, que la coalición
tenga 5 millones de votos aún, es un milagro. Deben reflexionar y no
dejarse vencer por los ataques.
Sánchez-Cuenca también aporta interesantes datos al hilo de esta reflexión:
En general, los datos demuestran que aquellas provincias en las que IU obtuvo un mayor porcentaje de voto en las elecciones de 2015 son justamente las que han registrado una mayor pérdida de Unidos Podemos.
Y Esther Palomera que se mete en las zozobras del PSOE:
Así que el júbilo por mantener la primacía de la izquierda no es más que un espejismo. El PSOE sigue enfermo de gravedad y lo peor es que no parece dispuesto a profundizar en las causas de su patología. De nuevo, prima la endogamia y la resistencia interna sobre el proyecto político. El secretario general vuelve por sus fueros e intenta ganar tiempo, ocupar los espacios que le permita el nuevo calendario institucional y poner el foco de la derrota sobre el retroceso de los de Susana Díaz en Andalucía. El “sanchismo” disfrutó el domingo con el inesperado escrutinio del Sur tanto como lamentó que en Madrid se consiguiera el séptimo diputado, el puesto que ocupaba Eduardo Madina en la candidatura que encabezaba el secretario general. Temen que si Díaz se resigna sea el vasco quien se decida a medirse de nuevo con Sánchez por el liderazgo.
Gran noticia, por cierto, si la justicia poética repone a Eduardo Madina en el lugar en el que nunca debieron arrinconarle.
Un panorama en resumen que invita… al exilio. O a tomarse las cosas
de otra manera. Vienen tiempos muy duros, votados embistiendo un trapo
rojo que guía un torero al que no se quiere ver. La ingente tarea
pendiente de tener una ciudadanía responsable y formada se aleja aún
más. Alimentada también por la banalidad que preside nuestros días. En
una Europa que se rompe y de la que el Brexit es solo un exponente entre
muchos. El ascenso de la ultraderecha lo refleja. Con la Rusia de Putin
recortando libertades y el esperpento Trump amenazando el trono de la
Casa Blanca.
Me llaman, me escriben, sin que el necesario reposo me permita seguir
ese ritmo que espero retomar con mucha más calma que antaño. Con enorme
tristeza por los resultados, me llaman, por esa España que sigue
“entregando a los demonios el gobierno y el control de su pobreza” como
escribió el poeta Gil de Biedma. Preocupados por mí. En ese punto no hay
problema. Lo siento, el análisis es certero, no hay pócimas que lo
curen.
La posibilidad de no salir elegida existe y lo sabía. Trataré de
escribir con mucha más extensión y tiempo todo esto. Si quiero. Porque
lo principal hoy es que pienso que Yo he cumplido y no tengo
obligación, ni moral, de hacer más. Sobre todo en favor de una parte de
la sociedad que ni lo merece ni cree necesitarlo. La gente decente debe
espabilar, vienen tiempos muy duros, ya digo. Pero todos son mayorcitos o
tienen alguien que les cuide. Más o menos. UNICEF nos “sorprende” esta
mañana con un nuevo récord de la pobreza infantil en España, ésa que
deja tan terribles secuelas. Enlazo aquí a Anais Bernal que daba datos estos días.
Casi 8 millones de individuos, como digo, lo han avalado. Un millón y
pico que votaron izquierda en Diciembre se han abstenido. Otros andan a
lo que andan.
No he llegado a ser política. No más de cuanto constituye la esencia
de vivir, que es mucho. Formar parte como INDEPENDIENTE de una lista
transversal de ciudadanos agrupada en Unidos Podemos y no llegar a tener
escaño, no me convierte en política en absoluto. Las cloacas
del Twitter, de Facebook –menos-, las del periodismo de políticas
inconfesas –los Cebrián, Marhuendas, Indas, Bietos, etc.., a quienes la
chusma ni toca- , dirán lo que le venga en gana, seguirán -los que se
dedican a eso- manipulando o troceando mis palabras, decidiendo qué
nivel de insultos debo aceptar –de traca-, pero yo soy tan libre como
ayer y hace un mes, un año, muchos, o mañana. Yo he cumplido. Y
atesoro las respuestas de gente maravillosa que he conocido,
reencontrado o siempre está conmigo. A ver si lo entienden de una vez:
soy libre, no debo nada a nadie, igual me deben a mí mucho más. Y, por
tanto, eso de pagar por es un concepto que solo cabe en cabezas mezquinas o serviles.
Disfruten de cuatro años más o los que sean de gobierno del PP. Las
víctimas con su pan se lo coman si son responsables de sus actos. Niños o
ancianos sepan que a ellos se lo deben. Lo peor de la mediocridad, de
la mezquindad, es que no disponen siquiera de alternativas.
El camino sigue, un día sí se podrá para hay que quererlo y poner los medios, suelo decirlo. Yo haré, como siempre, lo que crea que debo hacer,lo que quiera hacer.
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Rosa Maria Artal es periodista y escritora, autora de lbiros como
'Salmones contra Percebes', suele manifestar su opinión en su blog El
Periscopio
* Crónica agradece poder compartir sus opiniones con nuestros lectores
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