No sé qué me preocupa más si el que un gobierno en funciones -como el del fracasado Rajoy de la investidura- enchufe a un personaje como José Manuel Soria como ejecutivo del Banco Mundial,
precisamente en estos momentos, o que este mismo organismo -que, en
principio, se tiene que dedicar a acabar con la pobreza extrema,
promover la prosperidad entre los pueblos y a combatir el cambio
climático, lo que exige un código de conducta que obliga a mantener “altos estándares de integridad”
y que se entregue un informe financiero de los nuevos miembros y de los
familiares de los mismos- pueda aceptar como ejecutivo al tal Soria.
Para el que no conozca la trayectoria política de José Manuel Soria,
tenemos que recordar que no solo es el político que mantuvo empresas en
paraísos fiscales durante lustros – incluso cuando ya era alcalde de
Las Palmas-, sino que, además, fue el ministro que se pasó una semana
mintiendo, con distintas versiones cada día, sobre sus negocios offshore.
Fue el mismo Ministro de Turismo que, también, mintió sobre sus
vacaciones en Punta Cana y sobre esa suite de lujo en un hotel de cinco
estrellas por la que dice que pagó solo 70 euros por noche, cuando,
realmente, costaba 1.300 euros. O fue el Presidente del Cabildo de Gran
Canaria que se iba con su familia de viaje en el jet privado de un
empresario turístico con negocios en las islas. Y, a estos méritos, hay
que sumar su relación con los casos de corrupción Banfo, Góndola, Faycán, Brisán, Eolo, Chalet y Salmón. Todo un carrerón.
Pero es que, además, Soria es el ministro del impuesto al sol, de su nefasta política contra las energías renovables, del fracking y del mantenimiento de las centrales nucleares obsoletas: un bagaje como Ministro de Energía que Rajoy habrá tenido en cuenta antes de enchufarlo en el Banco Mundial para luchar contra el cambio climático.
Y es que Mariano, como Imbroda en
Melilla -por poner un ejemplo-, no abandona nunca a los suyos siempre
que estos se porten bien, estén calladitos y sean fieles. Lo hicieron
con Bárcenas, al que mantuvieron con sueldo, despacho y secretaria a pesar de su dimisión en diferido; lo hicieron con Rato, nombrándolo Presidente de Bankia a pesar de su salida en falso del FMI; con Wert y Cañete, con sus retiros dorados en Paris y Bruselas; con Rita Barberá, aforándola en el Senado ante sus problemas con la financiación ilegal del PP de València y lo harán con Fernández Díaz, nombrándolo, posiblemente, embajador en el Vaticano cuando tenga que dimitir por fin. Todo un ejemplo.
Per Toni Roderic, President de Los Verdes.
Crònica agraeix a l'autor que compartisca les seues opinions amb els nostres lectors
Vinculat
des de molt jove a la CNT i a diversos moviments d'esquerra, és
militant dels Verds des de finals del segle passat. Ha sigut regidor a
Dénia, President dels Verds del País Valencià i, actualment, President
de la Federació de Los Verdes.
Filòleg
i escriptor, ha exercit el seu magisteri en diverses escoles i
instituts del País Valencià i de Catalunya, així com també en la
Universitat Nacional d'Educació a Distància i en l'Institut de Ciències
de l'Educació de les Universitats de València i Alacant. Ha sigut
Inspector Educatiu i Director Territorial de Cultura a Alacant.
Premi
XXV d’Abril a Benissa amb un llibre de contes, Premie Educació i
Societat del Ministeri d'Educació pel seu llibre de text A *debat, ha
publicat una trentena llarga de llibres de text per a l'ensenyament del
valencià, llibres de cuina tradicional valenciana i innombrables
col·laboracions periodístiques.
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